Antiinflamatorios y crecimiento muscular

Al hablar de este tema nos referimos a la biología y medicina; aunque no es mi especialidad y no tengo nada escrito lo trataré de relacionar, hablando de una forma que os quede clara y bueno, vamos a meternos de lleno sobre los antiinflamatorios y como afectan el crecimiento muscular.

¿Por qué se produce el daño muscular?

Para que se dé el daño celular, lo que pasa es que al entrenar, se envía un impulso eléctrico que llega a la membrana celular y esto se llama despolarización; este impulso hace que el retículo sarcoplasmático libere el calcio que tiene almacenado. Este calcio se libera al citoplasma; una vez en el citoplasma, se une a la tropolina y digamos se activan los filamentos de activa.

El sarcómero tiene actina y miosina, pues todo esto desencadena la activación de estos filamentos de actina y se contrae siempre que haya ATP, porque la contracción requiere energía. Si no hay energía, no se podría mandar impulsos eléctricos y no habría contracción; entonces, sucede esto una vez que se ha dado la contracción otra vez vuelve el calcio dentro del retículo sarcoplasmático y ya está, hasta que se vuelva a despolarizar con otro impulso nervioso y así continuamente.

Esto tiene una capacidad que se hace de forma muy rápida; claro nos damos cuenta cuando sucede. En un entrenamiento muy largo e intenso sucede que hay muchísima despolarizaciones continuas, entonces la capacidad de volver a captar ese calcio por el retículo sarcoplasmático se ve un poco comprometida, haciendo que aumente en el citoplasma la concentración de calcio.

La concentración de calcio tiene que estar en un rango concreto, pues si empieza a subir de ahí se desencadenan una serie de procesos que conlleva a la rotura celular o la lipólisis, que es la destrucción de las grasas de la membrana celular. La célula al fin y al cabo está limitada por la membrana celular, que es una membrana de fosfolípidos de grasa y eso es lo que mantiene la diferencia entre el citoplasma que es lo que hay dentro (concentración de sustancias) y fuera; así se produce una rotura o se produce daños en esta membrana.

Lo que sucede que las sustancias que hay dentro del citoplasma (dentro de las células) salen fuera al líquido extracelular y sustancias que hay en éste, entran. Lo que sale es lo que nos interesa porque es el ácido araquidónico el principal, mientras una de las cosas que entra del líquido extracelular es el calcio; el calcio tiene unas cuatro veces más de concentración en el líquido extracelular que en el citoplasma, entonces es el "puto pez que se mueve de la cola".

Si el calcio es el que esta desencadenando esas reacciones que dañan la membrana celular y está entrando calcio, más daño va a ver en la célula. Cuando más tiempo sigamos prolongando la actividad física, más daño va a ver en la célula y más salida de ácido araquidónico saldrá por más sitios donde está rota la membrana; aquí ya se piensa en antiinflamatorios.

La reparación celular, un proceso esencial

La célula luego se repara, menos si lleva a ver una cantidad de destrucción tal que el esqueleto celular queda tan dañado, que es imposible una reparación; entonces se repara con las células satélite. Éstas no son células madres, sino que están ahí en determinados tejidos y que los reparan; con la edad se van perdiendo, por eso mismo no se puede comparar un entrenamiento para una persona de 50 años que para una persona de 20 años, pues la recuperación no es igual ya que no hay la misma cantidad de células satélite y capacidad de regeneración.

Lo que sucede con todo esto es que tiene que ver con la frecuencia; si hacemos una cantidad de entrenamiento tan pequeña como para que no se vayan a producir daños celulares, por ejemplo 6-7 series, da igual que las hagas muchas veces a la semana como una frecuencia 5. Si la intensidad no es suficiente para producir estos daños, no va a ver supercompensación porque no ha habido daños.

Si los daños son muy grandes, cuanto más grande sea el daño, más supercompensación habrá, pero siempre y cuando dejemos a esa célula que puede recuperarse. Si el daño es tan grande que ya no es recuperable, toda la célula muere y es una célula menos; de ahí viene la famosa frase de que "al músculo hay que estimularlo y no aniquilarlo" que se basa en esto, entonces, si se lo destroza muchísimo, es más perjudicial que otra cosa.

Muchos hemos entrenado alguna vez hasta el punto en que en la noche tenemos fiebre, sudoración nocturna, que no deja dormir; bueno, ya en este punto ha habido una destrucción celular de la hostia. Esto no debe servir de excusa para entrenar menos, porque hay un rango en que entrenar poco no vale de nada, pero entrenar muchísimo tampoco.

Por ejemplo, hacer pequeñas roturas con esos sistemas de torso/pierna, frecuencia 3, es tal, porque aunque haya un poco de rotura, solo se va a tener un pelín de hipertrofia más, pero no sirve para la hipertrofia máxima, porque tres roturas de uno en la semana no es lo mismo que una rotura de ocho una vez a la semana, entonces tenemos que jugar con eso de romper la célula todo lo que podamos pero sin matarla.

El entrenamiento produce inflamación

Este es el mecanismo biológico del daño celular durante el ejercicio; todas estas polarizaciones, las distintas concentraciones de calcio, la salida del ácido araquidónico, etc, etc. En cuanto salga el ácido araquidónico fuera, estas partes de la célula que están muriendo y se van necrosando, hay que irlas eliminando, siendo el momento donde aparece la inflamación.

La inflamación aparece porque hay una enzima, que se llama ciclooxigenasa; esta enzima con ese ácido araquidónico produce prostaglandinas que tienen muchas funciones. De hecho se usan como ayuda ergogénica; hay culturistas que dicen que las han usado, incluso a nivel profesional en seminarios y tales, donde dicen que funciona muy bien.

Entre sus funciones está en ser las mensajeras para el cerebro (para el dolor); son las que nos informan que hay dolor, por tanto hay una lesión. También producen vasodilatación, producen la llegada de las células blancas del sistema inmune (macrófagos), para retirar todas estas cosas que están muertas (restos celulares necrosados), además de llegada de sangre o eliminación por parte de los riñones de determinadas sustancias de desecho.

Por ello los antiinflamatorios y los diuréticos confrontan; hay que tener cuidado con dos de estas cosas, porque hay quienes antes de competir toman los dos y ven comprometidas no solo sus acciones sino algo más. Es precisamente por esto porque las prostaglandinas favorecen la eliminación de ciertas cosas y nosotros químicamente estamos favoreciendo la eliminación de otras.

Las prostaglandinas también se encargan de hacer un buen mantenimiento de las mucosas gástricas, entonces ¿ qué sucede ?... que si no hay prostaglandinas, las mucosas gástricas se pueden ir a tomar por culo y eso es lo que sucede con la mayoría de los antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno o el paracetamol, que destrozan el estómago por este motivo.

Como trabajan los antiinflamatorios

Los antiinflamatorios lo que hacen es actuar sobre esta enzima ciclooxigenasa anulándola, entonces no se producen prostaglandina y si no se producen prostaglandinas no hay dolor, no hay inflamación y no hay un montón de cosas. Esto pasa porque las prostaglandinas son las que median todo este mecanismo de inflamación; de que llegue sangre a la zona, de que llegue macrófagos a la zona para eliminarlo, de que se llene de agua, etc. Todo esto es para la recuperación.

Los antiinflamatorios afectan todo esto de esta manera; si no hay prostaglandinas el proceso de recuperación es más lento, porque con prostaglandina siempre se va a producir algo, pero suponiendo el caso más radical como que no las hayan, entonces no habrá recuperación. En realidad no se ha demostrado que los antiinflamatorios como tal perjudiquen el crecimiento muscular, pero es algo lógico.

Si la recuperación tarda más porque se impide o no hay producción de prostaglandinas que es lo que media la recuperación, debido a la inflamación, está claro que el crecimiento será menor. O sea, si tardamos dos días en recuperarnos y tenemos tres para crecer por ejemplo; hasta que volvemos a entrenar, si la recuperación tarda cuatro días solo habrá uno para crecer y a la larga se perjudica el crecimiento. Este es el mecanismo de acción de los antiinflamatorios no esteroideos y el crecimiento muscular.

Esto no significa que no se puedan tomar antiinflamatorios entrenando, porque ninguno anulará todas las respuestas de las prostaglandinas y que anule todo esto. Lo que sí es verdad es que si se pueden evitar es mejor y si se puede tomar no justo después de entrenar (aunque lleven un proceso diario), no se toman por la mañana y ya está.

El impacto de los antiinflamatorios sobre el crecimiento muscular

Sobre la cuestión de cómo afectan al crecimiento muscular creo que está explicado, a parte está vinculado al post-entrenamiento, que no vale para tomar por culo. Sobre la frecuencia, los que hablan de frecuencia 3 o 4 son atletas de fuerza, porque están limitados al peso. Si tienes un límite de 79 kg y hasta ahí da, ya no puedes crecer y como no puedes crecer más, la musculatura que tienes debería ser lo más eficiente posible tanto con coordinación intra o inter-muscular, fuerza elástica, bueno, un montón de cosas; entonces, los que hacen frecuencia 3 o 4 es porque no buscan hipertrofia, sino eficiencia.

Si quieres hipertrofia a tope, un máximo de rotura siempre que se llegue a la reparación celular; en relación a la cantidad no debería ser seis series por ejemplo. Lo que sí es que cuando haces un entrenamiento donde acabas hecho polvo, se siente porque tienes sudoración, fiebre y no das más; sinceramente no todos llegan a eso.

La idea es dejar tiempo para descansar; queda entonces claro que los antiinflamatorios impiden que la enzima ciclooxigenasa funcione y sin esto no se producen prostaglandinas a partir de ácido araquidónico salido de la célula, debido a la roturas inducidas por las despolarizaciones del calcio y entonces el proceso de recuperación se ve comprometido. Se ralentiza todo y el crecimiento llega más tarde y en fin.

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