Tu entrenamiento habitual no podrá continuar normalmente debido a la emergencia sanitaria que estamos viviendo todos, pero afortunadamente, el ser humano tiene la habilidad de adaptación, por lo que es perfectamente posible que puedas continuar haciendo ejercicio de manera consistente y progresiva.
Hay dos fundamentos clave para el éxito y resultados óptimos en un plan de entrenamiento: la consistencia y la progresión, ninguno de los cuales pertenece exclusivamente a las paredes del gimnasio.
Debes adaptar tus objetivos a los acontecimientos actuales, para que nada pueda detener tu progreso, aunque eso significa que debas cancelar esos 30, 40, 60 minutos al día que generalmente te comprometes a hacer ejercicio en el gimnasio, pero no quiere decir que abandones esta rutina.
- El hecho de que no puedas ir al gimnasio no significa que se detenga tu plan de entrenamiento.
¿Qué hacer concretamente?
Es recomendable programar el tiempo en tu agenda para hacer ejercicio como lo harías con tus sesiones normales de gimnasio: dedica un tiempo exclusivo, no importa cuán pequeño pueda ser, a algún tipo de movimiento de cualquier manera.
Sin embargo, cuando se trata de la progresión, es probable que no puedas aumentar los pesos que estás levantando tan fácilmente como agregarías 2,5 kg a una barra en el gimnasio.
Sabemos que la “sobrecarga progresiva” es uno de los principios clave para lograr ganancias, pero existen otras formas alternativas de lograrlo con consistencia utilizando alguno de los siguientes métodos:
- Aumentar el volumen: hacer más series o repeticiones.
- Aumentar el tiempo bajo tensión: haciendo que tus músculos trabajen por más tiempo.
- Aumentar la intensidad: reduciendo los tiempos de descanso.
- Variar siempre: esto significa levantar el mismo peso para la misma cantidad de series y repeticiones, pero variando tu empuñadura o postura.
Crea nuevas metas, aunque es posible que resulte frustrante el confinamiento y eches de menos el bastidor de sentadillas. Bueno, eso no te llevará a ninguna parte, pues es mejor dejar de enfocarte en todo lo que no se puede hacer y dirigir esa energía a lo que sí se puede.
Además, mantener cierto nivel de movimiento y ejercicio es muy importante para tu salud mental, por lo tanto, es mejor dirigirte hacia nuevas formas de moverte y desafiarte a ti mismo con consistencia, sin poner en riesgo a otras personas en el proceso.
Quédate en casa y sigue entrenando...