El obstáculo número uno que podrías enfrentar y que podría causar intimidación en el gimnasio es no tener un plan cuando eres principiante o quieres volver a coger hierros después de un tiempo sin entrenar.
A menudo, cuando la gente me dice por qué no ha ido al gimnasio es porque no sabe qué hacer cuando llega, aunque tiene su plantilla escrita y su motivación bien alta.
Dime si esto te ha pasado antes…
- Llegas al gimnasio y te subes a la máquina de cardio porque sabes cómo hacerlo… SÍ, está el entrenador de turno, pero ¿te habla del porqué de las cosas?...
- Luego, te diriges al área de pesas y máquinas para empezar a sentir tu técnica, caminas un poco y miras las máquinas, así como al compañero que está por culminar su rutina… tienes ideas, tienes tu plantilla… ¿pero tienes confianza?.
Llegas a un punto incluso que vuelves al área de cardio o vuelves a casa con el espíritu de decir, ¿puedo hacerlo? ¿por qué no lo hice?.
¿Te suena familiar?
¿De qué surgió todo esto?. Esto se debió a que no tenías un plan, a que no sabías qué hacer cuando entrabas al gimnasio. No había confianza de tu parte, solo ansiedad y la sensación de estar inseguro en todo, ¿verdad?.
El consejo número uno es que tengas un plan de lo que vas a hacer cuando entres al gimnasio y sepas exactamente qué ejercicios va a hacer y cómo los va a realizar correctamente, que vayas aprendiendo la técnica, la división (periodización) de tus entrenamientos, dejando el “ego” en casa.