Cómo la luz azul de tu móvil puede alterar tu vida

Además de los rayos UV del verano, hay otra amenaza para tu piel, y es aún más difícil de evitar que el sol: estamos hablando de luz azul, que además afecta tu sueño y esto es lo peor que le puede pasar a un atleta, sea de alto rendimiento o no.

Hablo de este tema porque sinceramente puede afectar desde el estado de ánimo ya sea por problemas en tu piel o tus ojos, hasta ese momento clave donde tienes que recuperarte. Ese momento donde las hormonas hacen su trabajo para que se regeneren los tejidos musculares; es el sueño, que además si lo quiebras en su ciclo, puedes quebrantar tu propio entrenamiento.

Pero, ¿qué es la luz azul?... también conocida como luz visible de alta energía (HEV), es un rango específico de luz emitida por el sol, así como por dispositivos digitales como teléfonos móviles, tabletas, ordenadores portátiles y algunos tipos de televisores.

¿Por qué la luz puede dañarte?

La luz azul es buena y mala para ti, pero conlleva más riesgos que recompensas según algunos expertos:

  • Es buena, porque la luz azul ambiental del sol juega un papel en nuestra salud general, memoria e incluso nuestro estado de ánimo en un día determinado.
  • En contraste, demasiada exposición a la luz azul de los dispositivos digitales puede interrumpir el sueño al alterar el ritmo natural de tu cuerpo, esencialmente engañándote para que pienses que es más temprano de lo que es, lo cual es fatal para los que entrenamos, porque es durante el sueño donde empezamos a crecer.

Pero el verdadero peligro de la luz azul es para la piel y los ojos, porque la exposición desprotegida a la luz azul debilita la barrera protectora natural de la piel y desencadena la inflamación en toda la piel.

La inflamación crea moléculas dañinas conocidas como radicales libres que degradan constantemente la estructura de soporte y la capacidad de la piel para resistir y reparar el daño.

Como muchos de nosotros estamos prácticamente pegados a nuestros teléfonos, estamos recibiendo mucha más exposición a la luz azul de lo que solíamos tener solo por la exposición al sol en exteriores.

Incluso cuando no estamos frente a una pantalla, hay otras fuentes de luz azul, incluidas algunas bombillas LED y, aunque sea un poco controversial lo dejo para analizar cómo vas viviendo tu día a día, o noche a noche.

¿Por qué puede pasar esto?

Sabemos que la piel es un objetivo importante del daño oxidativo y que el daño oxidativo provoca el envejecimiento. De hecho, me puse a analizar un estudio independiente publicado en el Journal of Biomedical Physics and Engineering que mostró que la luz azul de los dispositivos basados ​​en LED puede causar daños y acelerar el envejecimiento de la piel.

Según este estudio, la exposición a la luz azul daña las células sanas y provoca la muerte celular, lo que conduce al envejecimiento prematuro y la pigmentación. Es posible que la luz azul pueda causar aún más hiperpigmentación que los rayos UVA y UVB porque puede viajar más profundamente en la dermis, donde residen el colágeno y la elastina.

¿Qué hacer entonces ?

Si bien no es posible no volver a usar nuestros teléfonos móviles, hay algunos pasos que podemos seguir para reducir la exposición a la luz azul.

  • Lo primero es minimizar su uso: reduciendo el brillo por un lado y, tratar de no estar dependiente de tus aplicaciones para todo, porque para mí eso es una obseción, que en fin, ahora sabes que te hará más viejo/a en menos tiempo.
  • Es importante recordar que el filtro nocturno de los teléfonos no elimina la luz azul, sino que lo cubre con un filtro de rosa. Sin embargo puedes comprar protectores de pantalla de luz azul para cualquier dispositivo o usar gafas de color azul claro.
  • Puedes usar protectores solares SPF 30 o superior e, incluso algunos cosméticos naturales que pueden traer consigo protección adicional contra la luz azul. Se recomienda el uso diario de un protector mineral que contenga óxido de zinc o dióxido de titanio, que bloquean algo de luz azul.

Otros ingredientes que se cree que proporcionan una mayor protección contra la luz azul incluyen los óxidos de hierro y los carotenoides como las algas rojas y la luteína, todos los cuales absorben algo de luz azul.

Otra clave para prevenir el daño de la luz azul son los antioxidantes, tanto en tu rutina de cuidado de la piel como en tu dieta. Así que si añades a tu dieta alimentos y suplementación que sueles usar para protegerte de los entrenamientos, también estarás protegiendo tu piel y tus ojos.

Alimentos como el kiwi, la cereza silvestre, el brócoli y las verduras oscuras como las patatas moradas, la col rizada, las espinacas y las frutas como las bayas de colores brillantes contiene pigmentos vegetales como la luteína y las xantofilas que interceptan y neutralizan las moléculas dañinas de la luz azul.

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