¿Cuántos hidratos comer para no almacenar grasa?

La prueba de la galleta salada es una prueba de 30 segundos que supuestamente te dice si los hidratos te hacen engordar, y si debes reducir o comer más.

En resumen, se supone esta prueba de 30 segundos te indicará cuánta amilasa, la enzima que inicia la digestión del almidón, tienes en la saliva.

El tiempo que lleva detectar un cambio en el sabor te ubicará en una de las tres categorías de consumo de hidratos: completo, moderado o restringido.

¿En qué consiste la prueba?

Según lo que vi y hasta parece jocoso, pero no está mal experimentar masticar una galleta salada común hasta que cambie de sabor, de salado a una galleta dulce.

Si el sabor cambia en menos de 30 segundos, tu cuerpo probablemente procesa los hidratos con bastante eficacia, pero si la galleta no ha cambiado de sabor después de 30 segundos, entonces deberías considerar reducir tus carbohidratos, y, obviamente puede no coincidir con tus objetivos, ¿o sí?.

  • Si notas la dulzura en 0 a 14 segundos, tu cuerpo procesa los hidratos de carbono de manera eficiente para usarlos como energía.
  • Si toma de 15 a 30 segundos, puedes analizar las cosas
  • Ahora, si te toma más de 30 segundos, no eres un gran procesador de hidratos, por lo que tu cuerpo es menos capaz de usar el exceso como energía y, por lo tanto, lo almacena como grasa… o cambias las cosas o reduces los hidratos definitivamente…

¿Tiene base científica?

Hay poca investigación sobre esta prueba, sin embargo en 2016 la genetista Sharon Moalem en su libro “The DNA Restart”, indicó que para algunas personas, los hidratos de carbono son beneficiosos porque provienen de sus antepasados (“tu genética”) ​​que dependían en gran medida de los almidones, y que han heredado múltiples copias del gen que el cuerpo usa para producir amilasa salival, llamada AMY1.

Algunas personas tienen hasta 20 copias de este gen y pueden digerir mucho almidón, mientras que otras tienen menos copias o incluso ninguna y tendrán problemas para digerirlo.

Pero  esta científica no menciona nada que demuestre que la velocidad en la que una galleta cambia de sabor de salado a dulce, tiene un valor predictivo a la hora de decidir cuál debería ser tu ingesta diaria de hidratos de carbono, poniendo en duda la eficacia de la prueba.

Otro estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition (el cual leímos para resumir este artículo), indicó que el índice de masa corporal (IMC), tiende a disminuir con el aumento del número de copias de AMY1 en sujetos con un bajo consumo de almidón, y tiende a aumentar con el aumento del número de copias de AMY1 en sujetos con un alto consumo de almidón.

En otras palabras, las personas con un alto consumo de almidón pero baja capacidad genética para digerir el almidón, tenían el menor riesgo de obesidad y eso se contrapone a los que predice la prueba de las galletas.

¿Cómo decidir entonces?

Como siempre hablamos, los estudios son tendenciosos por alguna cuestión comercial, ya sea para vender libros, suplementos o alguna otra cuestión de cualquier industria.

A parecer, poner una galleta en la boca y medir el tiempo que tarda en cambiar el sabor es muy poco probable que te diga si estas consumiendo la cantidad ideal de hidratos que necesita tu cuerpo.

Para mí y para muchos que investigan el porqué de las cosas, tu "punto ideal" para los hidratos debería ser el nivel que te permite perder grasa, pero aun así darte la energía para entrenar duro.

Aunque parece divertida, la prueba de la galleta salada no parece tener eficacia ni asidero científico.

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